¡SOMO$O$AGUA! El agua es un bien esencial para la vida. De hecho, es la base de toda la vida sobre la Tierra. En tiempos de crisis climática, ecológica y sanitaria nos encontramos ante la necesidad de recordarlo: nadie debería lucrarse con aquello que es de todas. Por eso, este 22 de marzo, Día Internacional del Agua, reivindicamos la lucha por hacer común lo que nunca debe ser privatizado. Porque así está siendo. Nos encontramos ante un negocio millonario, gestionado a nivel mundial por grandes empresas y sus filiales que explotan un recurso básico.
Explotación del Sur Global
Hoy estamos aquí, no solo para luchar por nosotras, ¡sino también por el Sur Global! Como siempre, el más afectado por la crisis climática, donde embalses como el de El Yeso o aluviones como los del Alto Maipo están en peligro de ser abandonados o destruidos por falta de agua. Y el beneficio de compañías privadas, como Aguas Andinas o AES Gener, se antepone a los intereses de la gente que vive en el territorio: los lugares explotados se vuelven especialmente vulnerables a las lluvias torrenciales, sin importar cuantas casas queden destruidas por ellas, y a menudo se quedan sin agua después que los acuíferos sean agotados hasta la saciedad. Como siempre, la vida no importa ante los beneficios económicos.
De hecho, estos últimos días vemos con impotencia cómo la Patagonia arde a instancias de incendios provocados. El motivo es el de siempre: los yacimientos de metales preciosos que interesan a las grandes corporaciones están bajo el suelo de una de las regiones de agua dulce más grandes del planeta. Es la misma historia que los incendios del Amazonas para monocultivos de soja y minería. Estamos hartas que mientan, extorsionen y asesinen en el Sur Global. ¡Desde aquí exigimos al Gobierno que diga la verdad, reconozca y actúe para condenar estas atrocidades hacia nuestras hermanas del Sur!
Compañías y filiales del Norte Global con impactos muy locales
Pero las compañías de aquí también son culpables: cuando las corporaciones internacionales desembarcan para gestionar el agua de ciudades como Cartagena de Indias, en Colombia, el precio del agua aumenta. ¿Las responsables? Las distintas ramas locales de estas corporaciones internacionales.
Estas filiales son representantes de viejas conocidas del Norte Global: Aguas Andinas o Aguas de Cartagena son filiales de Agbar, la compañía gestora de agua aquí en Barcelona. Durante más de un siglo, Agbar ha tenido el monopolio de la gestión de este bien común, lo que le ha permitido enriquecerse a costa de todas, como con el incremento injustificado de la factura del agua a finales del año pasado, durante lo peor del confinamiento.
Estos monopolios son avalados por un sistema que protege los beneficios de estas grandes empresas y ataca la vida misma: el Tribunal Supremo avaló la concesión de la gestión del agua a Agbar hasta 2047, mientras que los grandes intereses económicos han permitido al agua entrar en el mercado de futuros de Wall Street. Si estas compañías ya se beneficiaban de los fallos a su favor de instituciones como el Supremo, ¿qué no harán ahora, que pueden especular libremente? Lo decimos claramente: el sistema tóxico de siempre no nos sirve, y no permitiremos que las instituciones sigan recompensando la avaricia de estas compañías.
Nos negamos a aceptar que la base de toda vida esté al mismo nivel que el oro o el petróleo. Ya estamos viendo batallas legales entre las grandes corporaciones para hacerse con su gestión: Suez, la empresa dueña de Agbar, tiene abierto un conflicto con otra de las grandes empresas de gestión del agua, Veolia. Ellos luchan para enriquecerse aún más repartiéndose la gestión del agua, mientras que la mayoría sufrimos por sus decisiones a escala global. Precios prohibitivos, aumentos inesperados, abandono de yacimientos… Lo que ya está pasando solo va a incrementar los próximos años.
Hacer común la fuente de toda vida
Ante esta realidad, las activistas y organizaciones que nos rebelamos por la vida decimos: ¡ya basta! El Tribunal Supremo pretende atarnos a la gestión privada del agua hasta 2047 y no lo podemos tolerar! Apostamos por una gestión ciudadana del agua que nos permita decidir entre todas lo que es común. Democratizar la fuente de toda vida es, en este 2021 de cambios y sufrimiento, una pequeña utopía necesaria.
¡Exigimos la gestión pública del agua!
¡Exigimos Asambleas ciudadanas para tomar las decisiones ante esta crisis climàtica!
¡No toleraremos que se lucren a nuestra costa!
¡Ponemos la vida en el centro!
¡El agua es vida!